Merece la pena pasar unas cuantas horas paseando por las calles de este barrio de Brazzaville, un lugar lleno de historia, de vida y de arte. Y por supuesto descubrir su escuela de pintura, creada en 1951 y todavía en funcionamiento. Los amantes del arte se marcharán con un cuadro en la maleta.

Poto-Poto, un barrio muy artístico

En el corazón del Parque Nacional de Nouabalé-Ndoki, en el norte del Congo, Mbeli Bai cubre un espacio de 13 hectáreas de claros pantanosos en los que podemos observar poblaciones de elefantes y gorilas de los bosques.

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Mbeli Bai

A unos cien kilómetros al norte de Brazzaville, el santuario de Lessio Luna es una reserva que se ocupa en la protección de los gorilas y en su reintroducción en la selva, en especial en la reserva de Léfini.

Lessio Luna 

Al norte de Ouesso, el Parque Nacional de Nouabale-Ndoki, que abarca una selva ecuatorial de 7 320 km2, forma junto con los parques de Dzanza-Ndoki en Centroáfrica, y el de Lobéké en Camerún, la Trinacional de Sangha.

Parc Nouabalé Ndoki

Creado en 1999 al oeste del Congo, el Parque Nacional de Conkouati-Douli posee una flora, y sobre todo una fauna, de una riqueza incomparable: gorilas, mandriles, elefantes, panteras, tortugas, cocodrilos...

Parc National de Conkouati Douli

La reserva de Lesio-Louna es una zona de 440 km2 ubicada en la reserva de Lefini, una enorme selva al norte de Brazzaville. Es conocida por sus acciones en favor de la conservación de los gorilas en su hábitat natural. Se puede visitar todo el año.

 Lesio-Luna

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Imagina ir al encuentro de los gorilas en su hábitat natural. Es un sueño no al alcance de muchos, pero en el Congo es posible. Lesio Louna es una reserva relativamente accesible por la carretera y asequible para presupuestos intermedios.
La fundación John Aspinal PPG se encarga de la protección de esta especie amenazada de la caza furtiva desde la guerra civil e incluso hoy en día. El principio consiste en aislar en las islas del río a los gorilas huérfanos o que se estén recuperando, ya que no saben nadar. 
Me quedé en los dos campos principales de la reserva. Hay que aprovisionarse con comida y llevar un hornillo, pero cuentan con una ducha, aseos y habitaciones rudimentarias de bambú, lo suficiente para la excursión. 
Comenzamos observando cómo las mamás gorilas alimentan a sus bebés de menos de 5 años desde la base de Iboubikro al otro lado del río para no perturbar su equilibrio. Es realmente enternecedor ver a estos bebés que se comportan como los primos lejanos del hombre, bastante inquietante. Por la tarde me di un paseo con un guarda forestal, los paisajes son fantásticos.
A continuación, los siguientes días, me di un paseo en canoa hasta la base de Abio para observar la isla de los gorilas al suroeste de Léfini. Una zona de selva más salvaje en donde tres ríos forman barreras naturales. Allí se liberan, una vez adultos, a los grupos compuestos de machos y hembras. Los paisajes y la observación de los gorilas a lo largo de los ríos Lésio y Louna son inolvidables.

La reserva de Lesio-Louna es una zona de 440 km2 ubicada en la reserva de Lefini, una enorme selva al norte de Brazzaville. Es conocida por sus acciones en favor de la conservación de los gorilas en su hábitat natural. Se puede visitar todo el año.

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