En las reservas aisladas de la región de Limόn, en la costa caribeña, habita la comunidad de los bribris, un pueblo indígena que conserva su lengua, sus costumbres y sus ritos chamánicos. Los bribris cultivan cacao, maíz y plátanos, crían cerdos, cazan, pescan y fabrican sus propios objetos, respetando estrictamente los recursos que les ofrece la naturaleza. En compañía de un miembro de la comunidad, visitarás los cultivos «ecológicos» y observarás cómo se fabrica un techo con hoja de palma o un arco de madera. También podrás explorar el bosque primario y bañarte en cascadas o aguas termales (fuentes calientes), en pleno centro de la extravagante biodiversidad de Costa Rica.
En el norte de Costa Rica, 600 personas de la comunidad maleku invitan a los visitantes a que descubran sus conocimientos. Aprende a fabricar instrumentos musicales, como tambores, con piel de iguana. Los malekus también son agricultores. El cacao, el aceite de palma y las plantas medicinales constituyen la mayor parte de su producción. Por lo que respecta a la tribu guaymí, el café se sitúa en el centro de su cultura. Los guaymíes, originarios del vecino Panamá, se asentaron en Costa Rica, en la península de Osa, al ver que sus tierras eran aptas para desarrollar cafetales.
Por último, aprenderás a confeccionar máscaras tradicionales con los borucas, que habitan en las montañas de Talamanca. Sus máscaras, de las que están muy orgullosos, se tallan en madera y son de lo más vistosas. Más allá de las apariencias, los borucas te mostrarán sus tradiciones en gran detalle. Ponte en contacto con tu agencia local colaboradora de Evaneos para organizar un encuentro inolvidable con las comunidades indígenas de Costa Rica.