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Islandia en diciembre se encuentra en la temporada de invierno, siendo ésta la más impredecible del país. En Reykjavik la temperatura media será de 0ºC, mientras que si viajas hacia el norte, los termómetros van a ir bajando más, aunque como compensación podrás disfrutar de unos paisajes impresionantes llenos de hielo y nieve. Además es uno de los meses más oscuros de todo el año y el más corto, especialmente el 21 de diciembre que apenas cuenta con cuatro o cinco horas de sol.
Viaja a Islandia en diciembre para disfrutar de sus famosas auroras boreales y de sus cuevas de hielo formadas bajo el glaciar más grande de toda Europa, el Vatnajökull, ya que durante el invierno el agua se transforma en hielo y las impresionantes cuevas azules vuelven a estar preparadas para ser exploradas. Igualmente es el mes ideal para darse un chapuzón en las numerosas piscinas y jacuzzis de aguas termales de Islandia, época en la que resulta más placentero hacerlo. No olvides visitar el circulo dorado, el cráter volcánico de Kerid y la laguna Azul.
La mejor época para viajar a Islandia es durante el verano: las temperaturas son agradables y los días largos con bastante luz. Según las regiones, también puedes ir en mayo y en septiembre, cuando hay menos turistas y el clima sigue siendo agradable, aunque debes tener en cuenta que algunos circuitos o lugares cierran durante estos meses. Entre los meses de octubre y abril, el país está sumido prácticamente en la oscuridad, pero podrás asistir al magnífico espectáculo de las auroras boreales, con un poco más de frío y menos horas de luz, eso sí.