La agencia de Mónica

Experiencia totalmente recomendable. Lo mejor nuestro guía, Aziz, en todo momento nos guío y nos recomendó lo mejor. Muy contentas con la experiencia.

Excelente viaje, Monica muy atenta a todas las inquietudes y los guias muy buenos, aprendimos mucho de la cultura fe Marruecos, volveremos!!

Es mi segunda visita turística a Marruecos. La anterior tuvo lugar en 2019, antes de la pandemia y quería ver qué ha cambiado desde entonces. El recorrido fue casi idéntico, pero esta vez he visitado por primera vez el Valle del Dades, espectacular, Agadir y Essaouira. Los alojamientos de otro estilo, casi todos Riads, alguno mal llamado así como pudimos conocer 'in situ', su condición era 'Dar' al no reunir todas las condiciones para ser un Riad. En el Dar *** de Fez nos alojaron en una habitación en la terraza junto a los motores del aire acondicionado, (imposible dormir). La gestión de la Agencia de Mónica, buena en cuanto al recorrido, alojamientos y visitas, especial mención merece la *** del desierto en Merzouga. Muy buenos los guías locales de Fez, Marrakech y Rabat, si bien la Medina de Fez sólo la visitaron mis compañeros de viaje, ya que yo lo hice en mi primera visita. La única queja es por el 'guía' del trayecto. Yo contraté una viaje privado con chofer y guía de habla hispana, y Mónica me ofreció un 'chofer-guía' de habla hispana, Aziz. Aziz es el mejor CHOFER que nos podía ofrecer, puntual, experto, prudente y estricto cumplidor de las normas de tráfico. Nos sentimos muy seguros con él, pero ni es guía ni casi 'chapurreaba' el español, sin apenas conversación por el camino. Nos dejaba en los puntos del recorrido sin previo aviso de lo que íbamos a ver. No es queja sobre él, -que no es guía- (desconocemos si tenía la acreditación como tal), es queja sobre Mónica que no acertó a ese respecto. Otro incidente negativo sobre la agencia fue la llegada a Marrakech, yo había advertido que no iba a subir en camello, tengo 82 años y me traslado con bastones de treking, y si el recorrido es largo, necesito ir despacio y parando de vez en cuando. Le Riad ***, de Lola, quedó muy lejos del vehículo por limitaciones del tráfico y no se previó que alguien nos recibiera en el vehículo y nos acompañara hasta el Riad. Un trabajador con carrito de mano recogió las maletas y se nos alejaba rápidamente quedándonos atrás teniendo que llamar varias veces su atención para que pudiéramos alcanzarle. Gracias a la intervención de Lola, la dueña del Riad ***, pudo solucionarse que al día siguiente disfrutara de un tuk tuk para visitar la Medina y sus monumentos en Marrakech. Espero y deseo que para futuros trayectos se subsanen estos 'lapsus'.